Esta modalidad de perjuicio contra los ciudadanos que dependen del transporte público para trasladarse de un sitio a otro de Ciudad Guayana, afecta a cientos de personas diariamente que han tenido, incluso, que aguantar que les rompan los billetes en la cara. El trato violento contra los usuarios se agrava y a pesar de las denuncias no hay respuesta por parte de autoridades o representantes gremiales.